El paso del tiempo, el estrés, la exposición prolongada al sol, la edad, el consumo de alcohol o el tabaco acarrean una serie de alteraciones que son supremamente evidentes en el rostro, tanto como la pérdida de elasticidad de la piel.
Esto desencadena un exceso de piel y acentúa de manera visible los pliegues, a los que llamamos arrugas.
La Ritidoplastia o lifting es un procedimiento quirúrgico para retirar de manera definitiva dicho exceso y tensar los músculos, con lo cual mejoramos los signos más evidentes del envejecimiento facial, lo importante es conseguir esa armonía en el rostro manteniendo las características particulares de cada paciente y logrando un resultado 100% natural.
Logrando deshacernos de la piel laxa y de pliegues profundos alrededor de los pomulos, comisura de la boca, cuello, línea mandibular, lo que no se ha logrado mejorar con otros procedimientos estéticos.
PROCESO
Existen diversas técnicas por lo cual las incisiones varían, así como el área a tratar. Se reconocen tres areas fundamentales (fig1): la región frontal que incluye los párpados en las cuales las heridas se realizarán en el cuero cabelludo y en los mismos; la región de las mejillas con incisiones en la zona preauricular que se puede extender hasta detrás de la oreja y la región cervical donde la herida se localiza frente a la oreja y podría incluso requerir otra incision en el pliegue debajo del mentón.
Algunas veces las incisiones deberán realizarse dentro de la boca para el tratamiento de la zona de los pómulos y/o la mandíbula. Todo procedimiento varía dependiendo de la fisionomía en que se encuentre cada paciente.
CIRUGIA
El proceso operatorio se trabaja a nivel de dos planos anatómicos. Se pone en tensión el Sistema Músculo Aponeurótico Superficial (SMAS), mediante su plicatura o la confección de un colgajo, y luego se reacomoda la piel al nuevo contorno facial realizando un cierre de la misma, sin tensión; este es un tiempo quirúrgico muy importante donde todo cirujano debe tener la máxima concentración y el control absoluto del concepto de naturalidad.
Una vez traccionada la superficie para que la piel quede con su superficie natural y ajustada al nuevo contorno facial se da inicio a las suturas. Las incisiones cutáneas necesarias se encuentran escondidas dentro del cuero cabelludo (a nivel temporal y retroauricular) y alrededor de la oreja. Así, la cicatriz resultante resulta invisible a nuestra vista.
POSTOPERATORIO
La equimosis y el edema generalmente se resuelven luego de las dos primeras semanas postoperatorias. Al final del primer mes, la inflamación ha desaparecido prácticamente en su totalidad.
- El edema (hinchazón) puede ser visible el segundo día, más que el primer día del postoperatorio.
- Las equimosis (moretones) suelen ser normales en la región del cuello o mentón.
- Sensación de tensión dolorosa, sobre todo detrás de las orejas y en torno al cuello.
En todo caso, se administra medicación para el dolor. El paciente también puede notar adormecimiento en la piel: esto es normal y desaparece en unas pocas semanas.
- El paciente debe mantener la cabeza elevada con dos almohadas (por lo menos en un ángulo de 30 grados) para evitar una hinchazón exagerada.
- El tubo de drenaje (si fue necesario colocarlo) se quita después de 1 ó 2 días de haber realizado la intervención.
- Los vendajes se pueden eliminar de 1 a 5 días después.
- La cara puede estar pálida, morada e hinchada, pero en un plazo de 4 a 6 semanas recuperará su aspecto normal.
- La mayor parte de los puntos son extraídos en 5 días, aunque a veces los puntos o grapas situados en el borde del cuero cabelludo se dejan unos días más, porque tienen un periodo de cicatrización más prolongado.
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Dr. Bryan Pacheco F.