Una de las enfermedades más enigmáticas y difíciles de tratar es el Vitíligo. Comenzando con pequeñas manchas sin pigmentos en la piel, se desarrolla lenta pero constantemente, capturando un área cada vez más grande. Y muy pronto toda la piel del paciente se convierte en una especie de patrón de piel de jaguar, una combinación de manchas oscuras y claras. Ni hablar de los pacientes que se enfrentan a una enfermedad así, que intentan con todas sus fuerzas, deshacerse de una enfermedad maligna, pero a menudo oyen en los recintos de las policlínicas un veredicto: El Vitíligo no se puede curar.
Sin duda, la probabilidad de curar el Vitíligo solo puede discutirse en cada caso específico. Pero en la mayoría de los casos, el Vitíligo no es una sentencia, sino una enfermedad que requiere un tratamiento a largo plazo y competente.
La causa del Vitíligo es la activación de la inmunidad excesiva, que comienza a suprimir activamente las células pigmentarias. Muy a menudo, la causa del Vitiligo es el estrés, que conduce a este desequilibrio inmunológico. Por cierto, la herencia de la predisposición al Vitíligo y la psoriasis de los padres es un hecho científicamente comprobado.
Entonces, se inicia la actividad del sistema fagocítico y el organismo destruye activamente sus células pigmentarias. Para detener este proceso, es necesario suprimir suavemente la actividad del enlace fagocítico de la inmunidad, seguido de la inmunomodulación ("reinicio") de este sistema.
Ya hace muchos años que implementamos activamente programas que utilizan fototerapia con fotocoumarinas cubanas, que pueden detener la agresión excesiva de la inmunidad.
El efecto del método es una penetración profunda debido a la absorción de moléculas de una sustancia de fotocoumarina, previamente aplicada a la piel, un ultravioleta de onda corta que ejerce un leve efecto inmunosupresor local. Tan pronto como se realiza la primera "siembra" de células de pigmento jóvenes en el área amelanótico, en el curso añaden inmunomoduladores blandas y preparados de placenta ("Laennec", "Melsmon"), realizando el papel de algunos adaptógenos.
El medicamento se puede administrar tanto por vía intramuscular como sistémica, como infusiones intravenosas y goteros. El criterio para la calidad del tratamiento es la aparición de manchas pigmentarias y la ruptura del borde de la región libre de pigmentos. Por lo tanto, con el tratamiento complejo ya largo plazo, el Vitíligo responde positivamente a los efectos y en muchos casos se puede lograr una mejoría clínica significativa.